vie. Abr 19th, 2024

Ex-Libris

Desilustrados

Escrito por // Zaira Pulido // http://www.behance.net/zairapulido

Ilustración // Fernando Sierra // fernandoluihell@gmail.com

El dilema de la gráfica de hoy encontrándose a si misma entre la ilustración y el arte.

 

¿Acaso el arte contemporáneo y el artista mismo se han alejado de referentes clásicos que reclamaban la atención al cuerpo y que pintaban al óleo, con veladura o al temple, y en proporciones exactas y poses cuidadas? Si eso realmente ha pasado, ¿qué pasó con el cuerpo?, ¿se desfiguró hasta desaparecer?, ¿quién lo dibuja nuevamente?, ¿quién lo recrea en tan graciosa belleza como el “arte” alguna vez lo hizo?

Creo que tal vez sea el ilustrador el nuevo responsable de cuidar y recuperar todo el conocimiento modificado (¿o perdido?). Quiero hacer un breve acercamiento al arte, al cuerpo, a las nuevas tendencias y proporciones, desde la perspectiva de cuatro ilustradores que trabajan la figura humana en su obra.

Cuando los entrevisté encontré que todos se ubicaban en el mismo punto de la historia del arte: la Escuela de Viena de Gustav Klimt y Egon Schiele, una escuela que rindió culto al cuerpo y que de manera majestuosa le pintó sexual y románticamente, lo disfrutó, se agasajó con él y se enamoró de la exacta proporción.

Hoy observo cómo las bases de esta Escuela se reflejan en trabajos contemporáneos de la gráfica considerados en ocasiones como opuestos al “arte” y que sin embargo, son quienes recurren a técnicas que -lo que parece- el arte ha olvidado.

Lady Orlando. Ilustradora mexicana. Encuentra en el simbolismo y el prerrafaelismo la influencia para su trabajo. Tan delicado, tan laborioso, la mayoría en blanco y negro, con algunos toques de color. Fanática del moleskine, tiene una vasta colección de rostros y cuerpos realizados en lo que yo llamaría a simple vista, puntillismo, una técnica que va dando forma y volumen. Sus imágenes son contemplativas y se acompañan por los elementos del simbolismo: formas, colores brillantes e imágenes literarias sirven para dar a entender como une estos dos periodos del arte. El trabajo de Lady Orlando, también tiene un poco de surrealismo, pues tales imágenes sólo pueden soñarse. Su trabajo remite al detalle, a la textura en ropa y cuerpos, al color, al rostro perdido en sí, a la espera de la mirada del espectador, perdido en los mundos que ella les crea.

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Las poses románticas y crudas, sostenidas en una paleta de color limitada y tendiente a los colores tierra, el cuidado en las proporciones humanas y la línea gruesa que permite entrever el boceto, se observa en el trabajo de Adara Sánchez Anguiano, ilustradora sevillana residente en Barcelona, quien se define como amante de la figura humana, de las manos, el grafito y la línea. Su trabajo seguramente se nutrió aún más cuando vio la obra del alumno prodigio de Klimt: Egon Schiele. Cuando se observa el trabajo de Adara es imposible no recordarle en tal homenaje, las manos, las poses (de las que ella dice que la mayoría las realiza tomándose fotos a si misma), nos recuerdan al Schiele que tanto fue acosado por sus poses sexuales. En el trabajo de Adara no hay sexo, hay poses controladas y sus rostros reposados dan cuenta del interés que el simbolismo heredó al arte venidero, del culto la intimidad y a un cuerpo que tiene texturas rojizas que señalan tensiones. Y la poca ropa que llevan, con todo el cuidado del pliegue, de la línea que recrea. Su trabajo es exquisito, es ver la Escuela Vienes ahora, recordar la espiritualidad de la imagen, la arcada y las perfectas proporciones. Lo más placentero son las miles de manos que dibuja, uniendo dedos, doblándolas o estirándolas, son el punktum de cada dibujo.

 

 

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Pedro López, ilustrador colombiano. Para mi se encuentra aún en un periodo de experimentación, igualmente valioso y digno de mencionar. Ha tenido varios estilos de expresión, lo que encuentro más fascinante en su trabajo es cómo ha mantenido una línea infinita que recrea a la imagen. Su línea es activa e insistente y se ha vuelto más agresiva con el tiempo, pero siempre esta rodeando rasgos, rodillas, rostros, ojos; los pinta y repinta marcando sus expresiones. Su trabajo también está inspirado en Schiele, le encanta la obra que dejó y lo hace notar. Ahora ha decidido explotar mucho más la mancha de manera afortunada, su paleta, limitada y primaria, sigue afirmando su estilo, su cuerpo ha cambiado.

 

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Pilar Berrio. Como en López encuentro un cuerpo que recuerda un estilo postrenacentista: cuerpo elongado, cóncavo o convexo, siempre curvo, plegado sobre sí, de cuello largo y rostro fino. Lo que más resalto del trabajo de Pilar es el equilibrio que logra entre color y textura, sus bases de trabajo altamente texturizadas no pierden ni roban protagonismo con sus dibujos. Su paleta es sutil y adecuada para cada trabajo (rojos, pasteles o verdes, creo que de todos es el trabajo mejor explorado en color. Su estilo tiene sello en los fondos donde se pierden formas y perspectivas entre partes de cuerpos que ella ha desmembrado en el dibujo como Tarantino lo ha logrado en el cine.

[button link=»http://www.pilarberrio.com/» color=»silver»] Pilar Berrio.com[/button]

 

 

 

Todos me confesaron la admiración que sienten por el cuerpo humano, anatómica o históricamente se sienten cómodos recreándolo en infinitas poses. El homenaje que le hacen estos ilustradores en su trabajo es para deleitarse de tanto en tanto. Pero aún así ellos no son considerados artistas ¿Por qué? Últimamente la discusión ha sido alargada y tratada muchas veces sin llegar a una respuesta satisfactoria. Critico la idea de que el trabajo de estos ilustradores, que rescata muchos de los saberes de un arte clásico y lo ponen a prueba en su trabajo de manera exitosa,  no cabe en la esfera de lo artístico aún cuando recurre a técnicas que lamentablemente vemos poco en el arte de hoy día.

Al verlos no podemos dudar de la destreza técnica, sea la que sea, sobrecoge y asombra. Conceptualmente observo como todos tratan subjetividades, imágenes soñadas, oníricas. Y creo que esto nos daría pie para llamarlo arte, pero ¿es esto en realidad arte del que se puede jactar Miler Lagos o Rothko? El arte hace rato dejo de ser sólo lindo y agraciado, el arte nació transgredido y violentado, pero entonces, aún me pregunto dónde puedo situar estos trabajos, y si realmente debo hacerlo.

 

 

Giangrandi, Perfil de un grabado

Lo encontramos ahí sentado con las manos entrelazadas sobre la rodilla, una barba pulida y blanca y un traje oscuro. Era Umberto Giangrandi, el pintor italiano que hace 46 años decidió buscarse fuera de su tierra, se aventuró cruzando mares, idiomas y culturas para encontrarse bajo el pincel en el corazón de la capital colombiana.

Cuando el muro es la extensión misma del artista

Escrito por // Sara Trejos // sara.trejos@revistaexlibris.com

Fotografía // Daniel Lara // http://mrdann.deviantart.com/

 

“Un tipo importante” me dijeron unos ilustradores cuándo les pregunté por él. “Un tipo ocupado” fue lo que pensé: después de cuarenta y cuatro llamadas logré encontrarlo frente a un muro en la Candelaria. Me dijo “dígame Rodez a secas”. Diseñador gráfico, ilustrador, artista. El primer libro que ilustró fue editado y distribuido en toda Latinoamérica ¿Quién es internacional en la primera cosa que hace sin ser un virus de Youtube?.

El trabajo de Rodez es una mezcla de ilustración para niños, carteles más adultos y últimamente Street art. Durante diez años pasó de una técnica a otra para poder hablarle en el lenguaje apropiado a cada público: un cuento de adivinanzas es distinto a una ilustración para El Espectador o una pared en el centro de Buenos Aires.

Se lanzó a la calle apoyado por Nómada, otro artista exponente del Street art (que además es su hijo). Desde el punto de vista más personal Rodez dejó de lado a los clientes para hacer un trabajo más pasional en la calle, y es eso, por lo menos la impresión que deja es que es “pasional”.

El intento de Rodez es ganar en las formas desde lo orgánico, partir de círculos y óvalos, y óvalos y círculos que se cruzan, y así lograr formas que parecen cuerpos. Sin embargo, las formas orgánicas por sí solas no son suficientes para crear un cuerpo, sólo cuando aparecen los ojos aparece la cabeza, y la necesidad de darle a esa cabeza algo que la soporte: se unen las líneas y por fin aparece (en apariencia) un organismo, amorfo.

La línea recta es una invención del hombre, la líneas orgánica es lo que realmente habla de los seres humanos, “me gusta cuando aparece la curva, que no tengamos aristas, me gusta el hecho de ser blando y sinuoso” y es toda esa sinuosidad en la que se basa para hacer su trabajo “no se trata sólo de hacer curvas, sino de dejar que mis brazos y mis manos se muevan con la línea de esos cuerpos, como una extensión del mío en la pared”. Empezó a teñir las paredes de blanco y negro, luego surgió el rojo, después como una incógnita aparecieron corazones en llamas y muchos ojos, de cinco a diez pares de ojos.

 

Street Art- Rodez

 

El país de los sueños (reseña)

Escrito por //Julián Cajas // jcz1596@gmail.com

Ilustrado por // Carolina Alarcón // http://www.flavors.me/caroal

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¿Cómo sería el país ideal?

El poeta y ensayista Robinson Quintero Ossa nos presenta un loable ejercicio, que pretende vislumbrar la tierra prometida a través de la voz de 36 poetas colombianos y uno cubano, reunidos en torno al futuro, la utopía y, –¿por qué no admitirlo?–, la esperanza.
El País Imaginado, que surgió de la lectura del ensayo Leer del poeta inglés W. H. Auden, cuestiona factores del “país moderno” como la religión, la forma de gobierno, las actividades económicas, así como los detalles estéticos y elementales con los que una nación debería no sólo contar sino resaltar sobre todas las cosas.
Poetas como Guillermo Martínez González, Piedad Bonnett, Alberto Rodríguez Tosca o Juan Manuel Roca, responden a sus respectivas entrevistas acerca de su país imaginado, deshaciendo el país convencional para que, con humor, ingenio y una creatividad audaz,  surja una tierra de la que verdaderamente nos podamos sentir orgullosos y en la que seamos capaces de vivir en paz.

 

Rebelión capilar

Cuento escrito // Andrés Gulla-Ván //http://cogito-ergo-existo.blogspot.com/

Adaptación e ilustración comic // Bimtav Illustration // http://bimtav.deviantart.com/

Su vida había empezado en la muerte. Despojos orgánicos amasados por millares durante años, y todos semejantes, tan iguales, hermanos sólidos nacidos de queratina. Y entre ese abultamiento, Él despertó. Él es un cabello, un pelo, un hilo en la cabeza cuyo destino es nacer, crecer, crecer y crecer más para luego ser cortado y recortado, arrancado con un cepillo o caer de manera natural. Él no tiene nombre ni identidad, porque con tanto pelo es descabellado nombrar a cada uno de los 150.000 residentes en la cabeza de Jairo, el único con nombre en la historia.

Él no hacía otra cosa que bambolearse, junto a sus hermanos y hermanas, al ritmo que viniera en la vida de Jairo. Porque todo lo que Él podía hacer y aspirar estaba atado a la magna voluntad del hombre al que se encontraba enterrado. Siempre lo mismo: agua; shampoo; un trapo húmedo; a veces gel, a veces un gorro, a veces nada; sol, mugre, viento; manos grasosas, manos sucias, manos limpias; más agua, pero no tanta; sudor; otro trapo; un gorro de lana para el frío, a veces uno de látex para el cloro; aire caliente en exceso, viento frío a las malas; y para terminar, aplastado contra una almohada esperando al amanecer. Nadie chistaba, ninguno dentro de los miles se negaba a la monotonía diaria.

Él estaba cansado de eso, de ser pero no ser.  De estar pero no contar. Quería zafarse de ese miserable destino y que la suerte tomara partido, que no le ignorara. Deseaba dejar la angustia de no ser una de los 30.000 almas capilares que cada mes abandonaban el cuerpo de Jairo. En el fondo lo deseaba, irse, dejar todo así y arrojarse al olvido profundo de la única persona que podría reconocer su existencia. Entonces supo lo que quería.

Para no ser olvidado debía vivir. Desprenderse de ese cúmulo de células muertas que tapan el cuero de Jairo, era la prioridad. ¿Pero cómo destacar entre miles que son exactamente iguales? El complejo de cebra lo invadió a ÉL. Decidió pegar el resto de un hermano que voló cerca de su larguirucho cuerpo y se unió a la pandilla de la horquilla. Y sí, valiente gracia pasar de un aglutinamiento a otro, pero al menos era un grupo con menor población.

Sin embargo, Él no soportó por mucho el problema de bipolaridad de sus compañeros y se abrió. Fue friz pero mientras más se paraba, más peligro tenía de ser arrancado. No fue posible estar reseco dadas las buenas condiciones y acicalamiento que tenía Jairo. Desesperanzado, Él hizo lo único que podía. La última idea en su último intento antes de echarse al olvido, se volvió cano.

(Darle Click a la imágen para agrandar)

 

Anfibio: los ritmos del río en la ciudad

 

Escrito por // Ana María Oramas //anamoramas@facebook.com

Ilustración 1// Katherine Casallas

Ilustración 2 // Carolina Alarcón //http://www.flavors.me/caroal

 

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Anfibio es una nueva generación de músicos enraizados en el folklor del Magdalena y estudiantes de música clásica y jazz de Bogotá. Confluyen en un mismo lenguaje musical ritmos tradicionales de la Costa Atlántica, como la cumbia y la champeta, con géneros urbanos como el reggae, el rock y las tendencias electrónicas. Espíritu festivo, ritmo provocador, letras satíricas y riqueza instrumental, incitan el inevitable deseo de movimiento corporal.

[box type=»bio»] Ex-Libris lo invita a que escuche sus canciones en la fan page de Facebook: Anfibio Música» [/box]

 

 

 

Documental. A la Deriva

A la deriva

En 1999 vino la crisis del Hospital San Juan de Dios, dos años después sale el último paciente. Sin embargo, los trabajadores nunca fueron despedidos. A la deriva cuenta cinco estrategias de resistencia, llevadas a cabo en estos trece años por las y los trabajadores del Hospital San Juan de Dios y el Instituto materno infantil.

Es un documental realizado por Laura Díaz y Sara Trejos para Revista Ex-libris y la Universidad del Rosario.

VER DOCUMENTAL EN YOUTUBE:

 

Ex-Libris editando cultura 20 años

 

 



 

Escrito por Carolina Patiño  ||  caro.p.cuellar@gmail.com
Ilustrado por (arriba) Carolina Alarcón  ||  www.flavors.me/caroal
                           (abajo) Camilo José Rivera  ||  camilojosegrafico@gmail.com

 

Ex Libris editando cultura 20 años. Entre tantos libros, premeditados, re-editados e hiper promocionados y el tibiritabara de nuestra edición: aquí hay subversión, reinvención, y cambio de percepción en la Feria.

¿Qué cambia y que permanece? Como con el conocimiento: permanece el contenido y cambia la forma. Aunque las formas dan la impresión que el contenido cambia, hacen divertida la experiencia. Sabemos en el fondo que todo es lo mismo: ilustradores, escritores, feria. Jefes psicorígidos, dementes, cafeinómanos. Miembros antiguos, nuevos, híbridos. Textos sobre libros, gente, literatura. Ediciones con las ratas, sin las ratas, extrañando a las ratas. Papel amarillo, papel blanco, papel brillante. Secciones que van y vienen haciendo honor al afán que tenemos —léase: nosotros los seres humanos— de clasificarlo todo, como si se nos olvidara que siempre habrá una brecha que no se pueda organizar.

No sabemos el destino de cada pedacito de tinta y papel después del “¡es gratis!” y la sonrisa del lector. “Si lo miras con cuidado, es gracioso. Parece ayer cuando me decías que no lo lograrías y hoy puedo mirarte a los ojos para responderte simplemente con una sonrisa” le decía David Sánchez a Ana Carolina Ossa en la edición 129 el año 16. Ahora, y gracias a exlibrianos como ellos podemos vanagloriarnos de veinte años, aunque irreductibles en estas páginas, con la garantía de veinte mil o más ojos que han formado parte de este proyecto interuniversitario e interdisciplinario, ahora más real y vivo que nunca.

 

Yo también tuve 20 años
y un corazón vagabundo,
yo también tuve alegrías
y profundos desengaños.

Yo también tuve 20 años
que en mi vida florecieron
20 años que a mí llegaron
se fueron y no volvieron.

Por eso desde la cumbrede
mis ardorosos años,
miro pasar hoy la vida
sin que me haga bien ni daño,
porque tuve la fortuna
de vivirla sin engaños,
para contar sin nostalgia
que también tuve 20 años

Autor: Jose A. Morales

Ritmo: Bambuco

 




Geografías invadidas

 

 

Escrito por Carlos Fino  ||  carlos.fino@revistaexlibris.com
Ilustrado por Carolina Alarcón  ||  www.flavors.me/caroal 

 

La primera obra que vi de Camilo Bojacá fue Babel, una alucinante puesta en escena donde aparecen los elementos de una metrópolis imposible que se dibuja ante la mirada del espectador. Babel combina técnicas contemporáneas, como video instalación, con rudimentarias, como el dibujo en off e in situ. En esta línea el bogotano presentará, en mayo, en el Espacio cientouno, una serie de grabados titulados “Geografías invadidas”, donde la reflexión sobre la creación y puesta en cuestión de espacio vivido e intervenido será el tema que interpela al espectador. Es una invitación a la alucinación espacial: interviene espacios comunes en varias metrópolis con personajes de la ficción, desde los más dulces hasta los más sórdidos, recalcando la interrelación entre el espacio imaginado y el vivido.

 

¿Usted baila cumbia?

 


Escrito por Juliana Peña  ||  juli_p19@hotmail.com
Ilustrado por Zamir Bermeo  ||  www.zamirbermeo.com

 

Él va hacia la Séptima, ella tiene entradas para el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, ellos están en el parque Simón Bolívar, yo llego a la Media Torta y todos vamos a Colombia al parque en su VIII versión, un evento que se llevará a cabo del 21 al 31 de mayo. Éste festival nace en el 2003 por una fusión del Festival de Música Colombiana y el Festival de Músicas y Danzas en el mundo, con el fin de reunir los sonidos y ritmos de nuestro país como cumbias, currulaos, guabinas, torbellinos y porros.