
Stop Culture… Go ahead! Education!
Autor | Camilo Moreno | camil69@hotmail.es
Fotografía | Angélica González | circe2310@gmail.com
Hace un tiempo se acabó la FilBo y más o menos un mes antes se realizó la Cumbre de Arte y Cultura para la paz, pero pese a ello el mundo continuó siendo oscuro y caótico. Luego de esto vino la Bienal de Fotografía y al mismo tiempo había al menos dos paros importantes en el sector educativo: El paro de los trabajadores de la Universidad Nacional y el paro de los profesores de los colegios del distrito. La oscuridad se mantuvo y lucecitas de colores intentaron hacer menos escalofriante el panorama. Que al mismo tiempo se hiciera hincapié en las políticas culturales y se dejara de lado la estabilidad del aparataje educativo del país debe ser preocupante: Estamos confundiendo gravemente los problemas y las soluciones.
¿El arte y la cultura son importantes en el postconflicto? No hay duda de que esto sea así, en especial después de una cumbre que nos mostró el papel central del arte en el momento de comprendernos como comunidad que tiene un pasado, para bien o para mal, común. Esto es central, porque fundamenta las posibilidades de reconciliación y permite que podamos sobrellevar una historia a la que muchas veces es desagradable pertenecer. Pero ciertamente hay un error al pensar que la paz se sostiene en el poético ‘seguir adelante’, de hecho, esto es falso. La paz no es un milagro, es algo que luego de ser logrado debe sostenerse. Por ello el arte y la cultura, si bien son condiciones necesarias para una paz duradera, no son suficientes. De nada sirve acabar con un conflicto circunstancial si no cortamos con ello el problema de raíz. Es inútil perdonar y olvidar y las agresiones retornan con nuevas máscaras. ¿Cuál es la raíz? Esa sí es la verdadera pregunta.
Hay muchas respuestas. La que a mí me convence es que Colombia es un país con altos índices de desigualdad. Los que tienen, tienen mucho y los que no, poco. Y francamente estos últimos son muchos más. Ahora ¿La solución es acabar de golpe con estas brechas económicas? La verdad no sé y no quiero discutirlo, me parece un punto francamente difícil; lo que sí sé es que hay actividades que sin duda disminuyen la brecha. Una de estas, la que quizá es avalada por la historia y por los modernos y antiguos pensadores, es la educación. El conocimiento y lo que los griegos llamaron paideia (que no es educación disciplinada sino descubrimiento y formación del ser propio) son ingredientes fundamentales para poder pensar correctamente cómo es que la educación es efectiva para eliminar las diferencias económicas y sociales. No hace falta citar a Bunge para ver lo que pasa con una población que de una u otra manera se apropia de cierto conocimiento y lo aplica a su realidad más concreta: la calidad de vida aumenta. Tampoco hace falta releer a los clásicos para comprender que una formación en búsqueda del desarrollo de la propia personalidad permite entender la diferencia y aprender a convivir con ella. Así, la educación nos quita lo pobres y lo bestias: a través de ella podemos mejorar nuestra calidad de vida y vivir mejor en comunidad ¿no es esto contribuir ya a la construcción de una paz duradera? ¿No es entonces la educación un arma eficaz contra los rezagos de la guerra?
No quiero decir con esto que la educación en Colombia sea perfecta, no lo es y ese es el problema. El arte es importante, pero sabemos que no es el único lugar para la belleza que se afinca en la cultura. Lo bello no solo está en el arte, también está en todo aquello que nos permite vivir mejor juntos, es decir, también está en la ciencia, en la tecnología, en unas políticas públicas apropiadas y en un correcto sistema educativo. ¿No es bella la historia de aquellos individuos que gracias a la escuela y a buenos docentes han logrado superar sus determinaciones concretas y pueden hacerse cargo de sí mismos y de sus familias? La cultura no se agota en el arte, de nada sirve este último si de entrada es imposible para nosotros convivir como comunidad.
Por ello, y con esto termino, me parece terrible que se dé prioridad a la cultura que es arte sobre aquella que es cultura educativa. El hombre, como pueblo, no sobrevive porque sí, no siempre mejora. Continuamente estamos dándole la cara a la barbarie (siempre podemos encender la televisión y ver basura en Cxrxcxl y RxN), por ello necesitamos sobrevivir a ella y por eso necesitamos los colegios, los docentes y un modelo educativo verdaderamente eficiente. Tenemos que tener en cuenta que la educación también sirve para poder vivir juntos, a pesar de nuestras diferencias y nuestros problemas. El arte es importante, es la vida. ¿Pero cómo vamos a vivir la vida si es imposible no estar muertos en vida, es decir, estructuralmente solos?